“Lo que ves es lo que hay” es una típica frase latinoamericana; refleja la escasa oferta de productos y servicios en el continente. Históricamente, desde tiendas de indumentaria hasta los supermercados fueron “generalistas”; vendían productos para públicos masivos. Dejaban así de lado la oferta de nichos y las necesidades especiales de los consumidores no llegaban a suplirse.
Esta escasez de oferta se debió en parte a la falta de desarrollo de empresas locales y provocó procesos inflacionarios en gran parte de las economías. En la última década, los casos de Venezuela y Argentina se destacan en este sentido, con tasas de inflación superior al 20%.
La diversidad de los consumidores latinoamericanos comenzó a ser abastecida con la expansión de las economías durante los últimos 15 años. Así como las marcas y empresas ampliaron su oferta de productos y servicios, los consumidores también comenzaron a demandar. Así, cada vez más empresas tienen su propio calendario de marketing para no perderse ninguna oportunidad frente a los consumidores. Es que, con más poder y deseosos de nuevas experiencias de compra, tanto jóvenes como adultos hicieron que gran parte de los mercados de consumo se expandieran.
Existen miles de casos sobre esto. Uno de ellos es el caso de útiles escolares para zurdos, que, si bien constituyen el 15% de los habitantes del planeta, hace pocos años tienen productos para ellos. En Chile, Zurdoteca y Zurdos.cl operan en este mercado y, en Argentina, lo hace Maped y Tienda de Zurdos, que imita a la célebre The Left Hand Store, de San Francisco.
El mercado de nicho ha llegado a sectores tan disímiles como Foodservice, con restaurantes como Club de la Milanesa (en la Argentina, que sólo sirve decenas de presentaciones de esa comida); Servicios, como Mudanzas con guante blanco, una forma que transporta sólo “objetos irreemplazables”; e Indumentaria, como el caso de 28 Sport, que vende zapatos casuales inspirados en los deportes de principios del Siglo XX.
Alimentos especiales
Los consumidores de América latina son cada vez más conscientes del impacto en la salud que tienen los alimentos que consumen, en especial en países como México y Argentina, donde los productos con azúcares y grasas lideran las preferencias del público. Un análisis de Agrimundo de 2015, una consultora especializada en alimentos, muestra cómo, casi de repente, la sociedad tomó conciencia de la necesidad de modificar sus hábitos, incluso en personas con problemas de diabetes o celiaquía, entre otras necesidades especiales. Según Euromonitor Internacional, de hecho, la venta de Food Intolerance Products se expandió 78% entre 2010 y 2015 en América latina, en volumen, con países como México, Chile y Brasil superando el promedio.
El caso de Chile es elocuente. Desde 2010, la industria local triplicó sus productos para celíacos, pasando de 167 a 724 nuevos certificados de alimentos libre de gluten, según la Fundación de Intolerancia al Gluten Convivir. La Encuesta Nacional de Salud del país (2009-2010), informaba que un 1% de la población es celíaca y el 9,4%, diabética, un porcentaje que no ha variado significativamente. La mayor conciencia y oferta explican el crecimiento en la venta de estos productos. En Brasil, por su parte el alto porcentaje de nuevos productos sin gluten, se debe a que la legislación de ese país obliga a declarar todos los alimentos que lo contengan, siendo uno de los países con mayor cantidad de productos de este tipo, según la investigación de Agrimundo.
Por otro lado, la diabetes es una enfermedad que se instala principalmente poblaciones como las de México (15,8%), Brasil (10,4%) y Chile (10%), según la Federación Internaciones de Diabetes. El consumo de bebidas azucaradas tiene que ver con esta tendencia, por lo que, países como México, a fin de contrarrestar la alarmante cifra, aplica impuestos especiales a las mismas. El mercado de los productos para celíacos aumenta su variedad incluso en países más chicos, como Uruguay, gracias al impulso de empresas locales y las multinacionales.
Moda para mujeres ‘reales’
Los talles especiales, en general más grandes que lo habitual, son un nicho de mercado que comienza a ser explotado por las marcas. En Brasil, México y Argentina, entre otros países, la contextura física de las mujeres suele ser más grande y por eso durante años hubo reclamos para que las marcas ofrezcan sus productos para ellas. Varias firmas están innovando al respecto. Por empleo, bajo el sello de “Body Positivas”, cinco marcas regionales firmaron este año un compromiso público de ofrecer talles especiales. Estas acciones forman parte de la campaña Endangered Bodies, impulsada por Sharon Haywood, escritora canadiense que reside en Argentina. Bajo una carta de petición al Congreso, los ciudadanos argentinos exigen que la ley de talles reglamentada en 2012 se cumpla, lo que Haywood considera “como requisito fundamental para comenzar a construir una cultura inclusiva, que celebre la diversidad de los cuerpos”. Las marcas que se han sumado al compromiso, antes de ser procesada la ley, son Portofem, Taverniti, Florida Chic, Portsaid y Yagmour.
Los talles especiales suelen venderse por otros canales. Hace tres años, Charming Shoppes Inc., responsable de marcas como Lane Bryant, Fashion Bug y Catherines, cerró más de 50 tiendas, enfocándose relanzado sus tres páginas web para consolidar y reenfocar el negocio. Gran parte de este comportamiento se debe a que, el mercado de las tallas grandes, con grandes éxitos a través de las ventas por catálogos, ha encontrado en las plataformas de e-commerce el canal ideal para proseguir y aumentar sus ventas. Por ejemplo, Ann Taylor ofrece tallas que van de 0-14, sin embargo, su tienda on line cuenta con un surtido hasta la talla 18 y la XXL. “La demanda de los consumidores y las limitaciones de espacio dictan el stock que podemos ofrecer, así que hemos expandido nuestra capacidad ofreciendo productos y tallas adicionales on line”, mencionó para un estudio de WGSN. En América latina se sigue la misma tendencia.
La ONG lleva a cabo encuestas en todo el país mediante las cuales intenta reflejar la opinión que tienen los compradores cuando compran ropa. En 2015, los resultados globales de la encuesta dieron que el 37,96% y el 30,37% de las personas coincidió que, cuando salen a comprar ropa, “siempre” o “frecuentemente”, respectivamente, no encuentran su talle.
Las tiendas que operan en gran parte del mundo, (H&M, Forever 21 y Mango) vienen ampliado su rango de tallas, forzando a la competencia más conservadora, representadas aquellas tiendas locales. En el mundo, el mercado de las tallas grandes tiene una facturación anual de alrededor de unos US$18,000 millones, de acuerdo con la firma de investigación de mercados Plunkett Research. Según cifras de la Asociación Brasileña de Prendas de Vestir (Abravest), en el país de habla portuguesa, este nicho genera unos US$2,200 millones, lo que representa un 5% del total de las ventas del sector confección.