Sin apelar al realismo mágico ni a la ciencia ficción, expertos futurólogos y estudiosos del tema, se animan a revelar sus pronósticos sobre cómo se consumirá periodismo en 2020, resumidos en cinco claves, aquí vamos con la tercera:
3) Dime quien eres y te diré qué quieres leer
Una de las variables que permitieron al sitio de ventas online Amazon.com vender productos y servicios por más de US$61.000 millones en 2012 es una peculiar frase incluida al final de sus artículos: “Customers who bought this item also bought…” (“los clientes que compraron este producto también han comprado…”). Los llamados ‘algoritmos de recomendación’, una especie de inteligencia artificial que acerca al usuario lo que le gustará, llevan más de una década en el mundo del comercio electrónico, desde que fueron descriptos por Greg Linden, Brent Smith y Jeremy York, los tres programadores de Amazon.com que lo diseñaron. Sin embargo, en el mundo de los medios, están en pleno desarrollo y se espera que, en 2020, alcancen su máximo expresión.
En el prestigioso The Poynter Institute, en la ciudad de St. Peterburg, Florida, explican que “el sistema de Amazon.com ha evolucionado hacia el ‘filtrado colaborativo’, la técnica más usada por los sistemas que recomendación, que combinan tanto la opiniones de los usuarios como los artículos en sí mismos para dar recomendaciones. Así, es posible filtrar artículos según las características comunes de determinado grupo de usuarios como de las similitudes entre los artículos”.
Una de las familias de algoritmos más usadas se llama ‘slope one’ y ya son usados, aunque muchos sin decirlo, por sitios populares de internet en todo el mundo. Su uso hace que los “artículos recomendados” de los sitios sean realmente relevantes y permitan así una interacción y fidelización de los usuarios.
Pero existen tantas aplicaciones posibles como usuarios y lectores haya. Por ejemplo, esta tecnología permitiría crear para cada persona un periódico diferente: así, un inversor leería en portada las novedades de las acciones y empresas que le interesen, mientras que un fanático del golf o del tenis recibiría muchas más novedades de su deporte favorito. La personalización, que conlleva cierto riesgo a la privacidad, haría más relevante el contenido, tanto periodístico como publicitario, lo que elevaría sensiblemente el costo de la publicidad y los sitios web lograrían de esta forma sostenerse al margen de sus versiones en papel.