Los que sabemos que el Gobierno y que Clarín mienten por igual, tal vez deberíamos dejar de estar, como dice Fito Páez, al lado del camino, y empezar a levantar la vista y la voz. Los ismos de Gabriel Mariotto y Jorge Lanata son los que fomentan estos tiempos donde nadie escucha a nadie, donde todos contra todos, los tiempos egoístas y mezquinos.
El vicegobernador –quien en la peor crisis argentina se escapó a España y cuando volvió quiso estafar hasta a la Corporación de Sordos (esa es otra historia)- y el periodista –quien no puede siquiera reconocer ni de vista a los productores que desde hace años trabajan con él (de lo alejado que está de la realidad)- piensan, como decía Fito, que hacen una guerra, pero se hacen pis encima como chicos. Por alguna extraña razón, estos dos personajes que representan al gobierno y a Clarín nos fijan la agenda, nos enojan, nos separan, nos confunden.
Por igual, son esencialmente maleducados –el ‘fuck you’ del domingo a la noche es tan falto de cívica como las declaraciones de Aníbal de la mañana siguiente o los guantes de box de Moreno-, hacen la parodia del artista mientras rondan por siniestros ministerios, ya sean oficiales y mediáticos. Por igual, el Gobierno y Clarín, tienen sus patrullas: la Cámpora o muchos de los periodistas del multi, que en forma insólita se pliegan a los requerimientos de los de arriba, y se ponen en la trinchera de una guerra que nos les pertenece.
Pero nosotros, los que sabemos que el Gobierno y Clarín mienten por igual, tal vez deberíamos dejar de estar calladitos. No es bueno nunca de hacerse de enemigos, que no estén a la altura del conflicto, pero tal vez sea hora de sacar al descubierto nuestras ganas de cambiar la desinformación total sobre la que pensamos, escribimos, hablamos y tomamos decisiones.
Ya hay demasiadas evidencias como para darnos cuenta que el Gobierno y Clarín mienten por igual, que no les interesa en lo más mínimo las cosas reales que nos pasan a todos. Ambos cuentan un relato cada vez más marciano para conseguir sus intereses egoístas y mezquinos, y al lado del camino somos cada vez más.
El más fiel reflejo fue aquel cacerolazo, ocultado por todos los canales que viven de nuestros impuestos y mal-informado por el único canal que los mostró (TN-Canal 13), que evitó hacer testimonios en vivo para no hacer quedar en evidencia que muchos de los que habían asistido estaban influidos por el asco y el odio más que por reclamos sinceros, respetuosos y justos. (Habrá que estudiar el caso de Telefé)
Los que sabemos que Mariotto y Lanata mienten por igual, tal vez tendríamos que dejarnos de fumar mientras todo pasa, mientras los años pasan, nuestros años, y empezar a hacer que pasen las cosas que queremos que pasen, que básicamente es que las dos corpos se lleven su guerra de ismos, orgullos y su parodia al medio del océano, para que podamos empezar a preocuparnos en reiniciarnos, volver a estar todos juntos en la misma lucha, al menos un poco menos alterados.
Excelente nota para abrir los ojos y destapar los oídos.
Estimado Pedro:
He leído y reflexionado con profundidad su comentario.
Estoy convencido que la responsabilidad de que tanto los K como los anti K avancen en sus insolencias y mentiras es en gran parte de los que callamos (y por lo tanto «otorgamos»), como Ud. dice. La dificultad reside, a mi juicio, en la falta de representatividad en los canales naturales, como son los partidos políticos. El cacerolazo pudo haber tenido algunos participantes llenos de odio como mostró sesgadamente un medio oficialista, pero creo que es un medio de protesta de los que estamos hastiados de estas antinomias que llevan ya más de 60 años. No obstante creo que está muy alejado de lo que debe ser realmente constructivo.
Como siempre lo felicito por sus comentarios llenos de sentido común.
Ernesto
Gracias por el comentario Ernesto. Me parecen bien las manifestaciones, aunque me suena un poco raro el tema del «cacerolazo», siendo que justamente se hacían sonar hace diez años para mostrar que no había qué comer (lo cual no creo que sea el caso en la marcha pasada). Saludos.
No te creo nada a vos Ylarri, Lanata siempre presenta pruebas!! Atte. Rosa
Estimada doña Rosa,
Gracias por su comentario, aunque creo que está tan metida en el mundo de la crispación que ni siquiera llegó a leer el título de la entrada: «Para los que saben que Mariotto y Lanata mienten». Si usted piensa que Lanata dice siempre la verdad, presenta pruebas y sólo tiene buenas intenciones, está más que bien. Aunque sepa que este post está escrito para los que quieren cambiar al «fuck you» por el «love you». Feliz domingo.
Una vez llamé por mi cuenta a Médicos del Mundo para preguntar por un relevamiento sobre la pobreza, que según el programa dominguero alimentador del odio de Lanata, había hecho esta organización. Me pasaron con el Sr. Jorge Radesca, de la parte de prensa, el cual me dijo que nunca habían hecho tal trabajo, y que ya eran varios los que habían llamado para averiguar, y ante mi inquietud sobre porque dejan que se use el nombre de su organización de esta manera, me dijo que ellos estaban para otra cosa y que no podían meterse en un lío legal con Clarin. Y eso es solo una de las mentiras del «periodista» que pude comprobar con solo levantar el teléfono. El lo dijo: «voy a hacer los que sea para que esta gente (léase Gobierno nacional) se vaya».