La hija de Germán Sopeña recuerda a su papá

Nació en Huinca Renancó, de donde era parte de mi familia, y no lo conocí, pero su trabajo nos sigue inspirando. A 9 años del accidente, este es el recuerdo de su hija Julieta, quien tiene un blog que leo siempre:

Quiero aprovechar este espacio, si me lo permiten, para recordar a una persona muy especial. Un día como hoy, soleado y con brisa ligera, hace nueve años, mi papá se fue al cielo. Trato de no pensar en que “murió” o que ”nos abandonó”, si no en que se transformó en un ángel. El lenguaje hablado o escrito y el poder ver y tocar a alguien, son sólo formas de comunicarnos que nos enseñaron de chicos. Pero estoy segura de que hay un montón de otras, que nadie nos enseñó y que probablemente poca gente quiera experimentar, que nos pueden acercar tanto o más a esas personas que extrañamos. Yo, por ejemplo, encontré casi sin quererlo en los sueños un espacio donde me encuentro con mi papá. Es increíble porque en cada uno sé a conciencia de que él no está entre nosotros en la vida de la vigilia y de que sólo voy a tenerlo conmigo por lo que dure ese sueño. Entonces aprovecho y le hago unos racontos comprimidos de mi vida. Y muchas veces me critica mis acciones o contrapone mis ideas. Sus consejos están intactos. Como cuando lo veía todos los días. Estemos alerta. Constantemente estos ángeles están mandándonos señales. A veces estamos tan concentrados y apurados con nuestra propia vida, que no los detectamos, y ni cuenta damos de su mágica presencia. A todos los ángeles que estaban con mi viejo el día del accidente, y en especial a él: gracias por guiarme día a día. Ese es mi mejor homenaje. Decirle que soy conciente de lo mucho que me ayuda paso a paso. J.S,