Sin medias tintas y reconociendo una vez más las miserias de su pasado, el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman, cargó muy duro contra la dupla Ricardo Kirchbaum – Ricardo Roa (secretario general y secretario general adjunto de Clarín). Salió hoy por radio en ocasión de una provocativa nota aparecida hoy en Clarín acerca del diario La Tarde, un diario que Timerman armó para apoyar a los militares y que apareció una semana antes del 24 de marzo del 76 y duró unos seis meses. La nota salió firmada por el columnista sobre medios de Clarín, Miguel Wiñazki, (además del director de la Maestría) aunque en Clarin.com se la atribuyeron a Ricardo Musso, un ex pasante del diario.
Reconoció Timerman que la época de La Tarde –tenía 22 años- fue “una etapa muy fea de la cual he dado las explicaciones correspondientes” y dice entonces que no niega su pasado” porque hacer eso le ha permitido darse cuenta de muchas cosas. “Las asumo y las acepto, y jamás le pediría a la gente que me perdone, porque ni siquiera yo me perdono… yo prefiero ser culpable y responsable” de ese diario, “que además fue un fracaso” y ahora puedo de esa forma evitar errores. Y ahí dejó de hablar de el:
“Los periodistas de Clarín son los responsables” de lo que publican en el diario, porque hay que saberlo, “Ricardo Roa y Ricardo Kirschbaum van a repetir” lo que él hizo siendo joven. Y dio su mejor definición de Clarín: “Clarín es un diario golpista en un país que ya no es golpista”.
Continuó contra Ricardo Roa y Ricardo Kirschbaum: Al eludir la verdad sobre Papel Prensa (Clarín se hizo cargo de la planta tras acordar con los militares y en medio de episodios que nunca quedaron claros) “se convierten en cómplices”.
Y remató contra Ricardo Roa: “Miren su drama, mirá el odio que debe tener” al tener que hacer oídos sordos al reclamo por la identidad de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble; “mirá si son los hijos de sus compañeros asesinados”.
Otras acusaciones de Timerman contra Clarín:
Timerman: «Clarín es un diario dedicado a ventilar sus obsesiones»
Timerman: “Clarín reconoció que difundió un ataque antisemita”
El sábado pasado, Clarín retrucó las palabras de Timerman en una página: la mitad dedicada a la desgrabación de la entrevista de Timerman, y en la otra una durísima columna sin firma, que dice lo siguiente:
GOLPE DEL 24 DE MARZO: CARTA DE HECTOR TIMERMAN Y RESPUESTA DE CLARIN
Fábulas y favores al kirchnerismo
Por: De la Redacción de Clarín
Héctor Timerman no puede negar lo que ha sido: director fundador del diario La Tarde, que se publicó en la Capital Federal desde marzo hasta agosto del 76 para promover y acompañar el golpe militar. En un nuevo aniversario del 24 de marzo, Clarín recordó esa breve pero relevante experiencia periodística en la sección Medios de ayer.
Timerman dice que está arrepentido y que sigue recriminándose por esa acción, Y eso es lo que corresponde. Tiene de qué arrepentirse: como muestran las tapas que abajo reproducimos, mientras duró su diario exaltó el golpe y elogió a la represión. Llamaba subversivos a las víctimas de la dictadura. Una de ellas fue, por ejemplo, un periodista paradigmático de La Opinión, el diario de su padre: el senador uruguayo Zelmar Michelini, perseguido por la dictadura de su propio país. Michelini fue secuestrado el 18 de mayo del 76 y apareció muerto unos días después.
Timerman dice que está arrepentido pero al arrepentimiento le dedica apenas dos de los 11 párrafos de la declaración enviada a este diario. El resto lo destina a atacar a Clarín, a sus periodistas y a la directora. Esto demuestra al fin cuáles son los objetivos de su nota. Dice que Papel Prensa fue expropiada por los militares luego de torturas a sus dueños, los Graiver, y cedida a Clarín, La Nación y la Razón. Es una fantasía. Los tres diarios compraron las acciones a la familia Graiver casi seis meses antes de la detención. Había muerto David Graiver, el principal accionista y la familia decidió desprenderse de la empresa cuando aún se desconocían los vínculos financieros de Graiver con los Montoneros. La compra fue en noviembre del 76. En marzo del 77, la viuda de David, Lidia Papaleo, que conservaba una parte minoritaria, estuvo en una asamblea de accionistas. Al mes siguiente fue secuestrada.
Los tres diarios siguieron pagando las cuotas de la compra por vía judicial. La dictadura se apropió de ese dinero y de otros bienes de los Graiver. El gobierno de Alfonsín los indemnizó.
El almirante Massera intentó –no pudo– intervenir Papel Prensa para apoderarse de la empresa. Ahora es el gobierno kirchnerista el que también pretende ahogar y controlar la compañía.
Timerman no sólo adultera la historia de Papel Prensa del modo que más le conviene a este Gobierno del que forma parte También cierra de un plumazo una causa que aún investiga la Justicia: dice que los hijos de la directora de Clarín fueron apropiados ilegalmente. Es otro servicio que le presta hoy al kirchnerismo.
En 2004 y ante el juez Bergesio, el mismo Timerman había declarado no tener «ni idea si los hijos (de la señora de Noble) son de desaparecidos o no». Y en la declaración agregó que su padre, Jacobo, había hablado con Rogelio Frigerio quien le explicó que ayudó a la señora de Noble en los trámites de adopción. También afirmó que su padre consideraba demasiado inteligente a Frigerio como para involucrarse en un caso de hijos de desaparecidos.
Ernestina Herrera de Noble jamás fue siquiera indagada por una supuesta apropiación de menores. Y Marcela y Felipe Noble Herrera aceptaron hace ya más de seis años hacerse un examen de ADN para contrastarlo con el de las dos familias que reclaman ser sus familiares. Esas dos familias rechazaron la prueba porque junto a las Abuelas de Plaza de Mayo exigen que el ADN de Marcela y Felipe sea cotejado con el de todos los desaparecidos. En ese punto está hoy la cuestión judicial y no en el que dictamina Héctor Timerman, que además pretende enlodar a los periodistas de Clarín.
Timerman dice además que los periodistas de este diario «escriben sobre discriminación en una empresa que la DAIA denunció por apañar el antisemitismo». Es otra fábula montada a partir de un blog con expresiones antisemitas en una plataforma de una empresa del grupo. Fue de inmediato levantado y la DAIA y el Centro Simón Wiesenthal felicitaron a Clarín por esa decisión editorial. Este sí es un caso cerrado.
Timerman interpreta cualquier crítica al Gobierno como un ataque a la democracia. Es también lo que quiere el Gobierno que él haga. Y advierte a los periodistas sobre «el riesgo de sus actuales acciones». ¿Cuál riesgo? ¿El de la dictadura? ¿O en realidad quiere decir que informar es poner en peligro al sistema democrático? Es exactamente al revés. El fue quien dirigió un diario que apoyó y propagandizó el golpe. Y si Clarín no lo hubiera recordado, él no habría abierto la boca.
Otra aclaración para hacer: La nota de La Tarde publicada el viernes 26 de marzo en la versión impresa estaba firmada por Miguel Wiñazki, al igual que la columna «¿Quién tira la primera piedra?», un texto muy respetuoso acerca de Timerman aunque sin negar el hecho de La Tarde. Sin embargo, la nota en la versión online fue publicada con la firma de Ricardo Mosso hasta el domingo, cuando le eliminaron directamente la firma. Quizá el columnista de Medios no haya querido que su nombre quede guardado en la nota que molestó a Timerman, seguramente escrita por decisión de la conducción más alta del diario.