Periodismo hiperlocal y una experiencia personal

En su columna quincenal en Diario Perfil, el ex jefe de redacción de Clarín Roberto Guareschi habla sobre una experiencia de periodismo hiperlocal que se está desarrollando en Estados Unidos y pretende ser exportada a todos los rincones del mundo que quieran utilizarla. Los dejo en unas lineas más con la columna, pero antes quería anticiparles un proyecto de empresa que diseñé hace ya unos años para aplicar en la ciudad de Buenos Aires. El proyecto se llama Ciudad Periódica y está en un impasse ahora por falta de tiempo. Pero tengo ganas de remontarlo. Si hay algún interesado en plegarse no dude en hacerlo. Los dejo con la columna y luego vean arriba el Slideshare nuestro proyecto de empresa que dio sus frutos por algunos meses. Me voy porque cumplo hoy un año de casados y mi compañera me llama… hay que descorchar el champagne! Buen fin de semana para todos:

Pensemos en grande, Por Roberto Guareschi

East Village es menos de la mitad de Palermo Viejo. Al sureste de Manhattan, es un barrio con potencia cultural. Siempre cobijó a artistas y creativos: el poeta Allen Ginsberg, el poeta y músico Bob Dylan, el escritor W.H. Auden, la icónica Madonna. En pocos meses más va a ser ámbito de una experiencia que puede ser innovadora en el periodismo.

El New York Times y la New York University, vecina del East Village, juntan conocimiento, recursos y energía para lanzar un sitio periodístico digital  -The local: East Village- que cubrirá esas 110 manzanas; no más. Harán “periodismo hiperlocal“. No es algo nuevo; recuerden los diarios barriales. Lo nuevo es:

– se aplicará en ese pequeño espacio, la atención, la intensidad y la calidad que los grandes medios aplican a grandes territorios y a temas macro,

– se incorporará a vecinos como productores de contenidos,

– esos contenidos serán multimedia y

– es el trabajo conjunto de periodistas, académicos, ciudadanos, un gran diario, y una universidad prestigiosa.

Me pregunto si acá hay condiciones para hacer algo similar. Veamos el proyecto:

El diseño del sitio está a cargo de estudiantes dirigidos por Jay Rosen, uno de los teóricos más importantes del nuevo periodismo. La tarea de este cuatrimestre abarca:

– el diseño formal del sitio, su estética,

– la estrategia de relación con la comunidad,

– el diseño de los flujos de trabajo,

– la definición de las páginas (opinión, política, economía) y las áreas a cubrir (consejos barriales, comisarías, tribunales),

– los mecanismos del tipo usado por los “medios sociales“ como Facebook.

La cobertura periodística estará a cargo de:

-alumnos y ex alumnos asistidos por profesores, y por periodistas del NYT,

-“blogueros, periodistas amateurs, líderes de la comunidad, escritores y artistas de video“, todos vecinos del barrio.

El proyecto materializará la idea de que el periodismo no será más territorio exclusivo de los grandes medios y los periodistas profesionales. Y que su fortaleza vendrá de una relación mucho más rica con la comunidad.

El Times brinda supervisión editorial, alojará el nuevo sitio en su propio sitio de internet y aportará “inspiración, prestigio y un standard de excelencia reconocido en todo el mundo“, dice Rosen

Otro rasgo del proyecto: alumnos de negocios y de tecnología de la información de la misma universidad trabajan en una estrategia de sustentabilidad económica y en un programa editorial no propietario para la gestión periodística. Ambas cosas son cruciales para el tipo de periodismo que Rosen vislumbra. La primera se explica sola. La segunda: si el proyecto es exitoso, el software será accesible a todos. Por ejemplo, a los periodistas de un pequeño medio de un pequeño pueblo. O de un gran medio, etc.

Si vemos experiencias similares del NYT, podemos aproximarnos a lo que puede ser el nuevo site:

– entrevistas que una vecina y su esposo hacen al azar en la calle; esta pone la piel de gallina,

instrucciones para cosechar ajo silvestre en un parque,

pedidos de voluntarios para cubrir una reunión con autoridades vecinales y de preguntas para formular (vean qué buenas propuestas reciben)

Les recomiendo seguir de cerca esta experiencia (el site estará listo en la primavera austral: http://eastvillage.thelocal.nytimes.com). En lo estrictamente periodístico, es un “dream team“: no sólo están el diario y la universidad, y Rosen; también está la voluntad de unir el mejor periodismo tradicional con el que puedan aportar los usuarios, en línea con mucho de lo que hemos expuesto en esta columna. Un barrio parece un ámbito ideal para este experimento que es, en esencia, una herramienta de distribuición de poder.

Es posible que el proyecto abra nuevos territorios; el padrinazgo del NYT es un impulso muy importante. Para mí, es un paso más valioso aún porque es dado en el momento más crítico de la historia del periodismo, cuando deja de ser un gigantesco negocio pero conserva un papel central en la sociedad. Esta paradoja y las nuevas tecnologías ya están produciendo replanteos. Un ejemplo: pago vs gratis. Otro: construir un periodismo con más participación de la gente, más eficiente, más confiable y autosustentable. Habrá muchos modelos más.

El proyecto es un ejemplo también en lo institucional. No es nuevo entre nosotros que un diario (aquí y aquí) trabaje en conjunto con una universidad. Sí lo es la dimensión y la ambición del proyecto. El NYT está en peligro, sumergido en deudas; cada cuatrimestre parece al borde de la quiebra. Pero no abandona la innovación y el riesgo. Los principales medios locales parecen -en distintas medidas- absortos en la pelea con los Kirchner y en sus propios problemas económicos, sin duda mucho más leves que los del NYT.  En cuanto a las universidades públicas y privadas, hasta ahora no han mostrado iniciativa en este tipo de proyectos.

Pienso que para medios y universidades un proyecto así es una oportunidad para participar en los cambios que se vienen; pero también, que esos cambios son inexorables, con o sin su participación.

Me preguntaba al comienzo si acá hay condiciones para un proyecto así. Hacen falta talento, recursos y ganas. Talento, hay; recursos, también. Necesitamos muy poco más. El problema es que las ganas están mal repartidas. Hay que trabajar sobre eso.