iEco salió esta semana con una nota muy buena de Damián Kantor sobre la batalla entre Google y Microsoft. Si bien el tema había dado que hablar en cientos de blogs y medios tradicionales, me pareció muy completa y vale la pena leerla, más para entender cómo vienen las cosas. Personalmente creo que Google es un buscador excelente, pero que está un tanto desesperado porque sabe que es una cuestión de tiempo que Microsoft y Yahoo salga con un producto tan eficiente como el que ofrece. Es un buscador eficiente y ya. Gmail tiene más spam que Hotmail y las aplicaciones gratuitas que ofrece tampoco son wow. En fin, este post no es para eso.
La nota de Kantor estuvo acompañada desde tapa por otra cortita del espacio “editor”, que escribe Pablo Maas. No está subida a la web, así que me tomé el trabajo de tipiarla, porque es muy buena. (no coincido para nada en su conclusión, de todas formas) El costo marginal virtualmente cero del que habla es aplicable también a los medios, en todas sus versiones con excepción del papel –porque es caro en sí, es caro imprimir, es caro distribuir y son caras las comisiones del canillita-. Creo que es un tema sobre el que tenemos que debatir suficiente: el costo marginal cero es un FODA en si mismo, es una fortaleza, una amenaza, una oportunidad y una debilidad. En otro blog doy mi postura, pero que se abra el debate. Los dejo con el textito de Maas.
En el año terminado en marzo pasado, Microsoft tuvo una ganancia neta de 15.800 millones de dólares, sobre ventas de 61.000 millones. Es un margen de 26%. En el mismo periodo, Google facturó 22.000 millones de dólares y ganó 4.400 millones, un 20% sobre ventas.
Los dos gigantes tienen deuda cero y están sentados sobre una montaña de dinero en efectivo: Google con 18.000 millones de dólares y Microsoft con 24.000 millones.
Ninguna empresa, de ningún sector de la economía, con la posible excepción de la industria farmacéutica, puede exhibir estas cifras colosales. Con Internet creciendo a pasos agigantados, era cuestión de tiempo que se encontraran en el campo de batalla.
Microsoft y Google son hoy los dos principales actores de la economía digital, un mundo regido por lo que los economistas llaman costo marginal cero, o casi.
Suministrar una copia extra de Windows a un cliente no le cuesta más a Microsoft que el plástico de un CD, o ni eso. Y permitir que un usuario adicional utilice un motor de búsqueda o mire un video en YouTube tiene un costo despreciable para Google.
La regla más conocida de la economía digital es la llamada Ley de Moore (por Gordon Moore, uno de los fundadores de Intel). Dice que “el poder de procesamiento de un chip se duplica cada 18 meses mientras el costo se mantiene constante”. Otra ley, enunciada por el tecnólogo George Gilder, postula que “el ancho de banda (de las telecomunicaciones) se triplica cada año” y su costo cae en picada. El costo de almacenamiento de la información también tiende a cero, según Paul Horn, ex director de investigaciones de IBM.
Estas leyes conducen a una aguda concentración de los negocios. No hay lugar para muchos competidores. En esta economía, el ganador se lleva todo. Por eso ya se escuchan los primeros cañonazos.