Clarín contra los regionales: se mueren en Estados Unidos

Clarín contra los regionales: se mueren en Estados Unidos

El Boston Globe se aggiorna, pero sigue en peligro
El Boston Globe se aggiorna, pero sigue en peligro.

No son lo bastante grandes como para resistir ni lo bastante chicos como para quedar. Perdieron lo que constituía su principal fuente de ingreso: los avisos clasificados que emigraron a Internet. Así comienza la nota de Le Monde, que Clarín elige publicar en su edición de hoy. Lo cierto es que en Argentina, sucede exactamente lo contrario. Los medios regionales y del interior del país están creciendo en circulación y visitantes, mientras que los nacionales ven caer sus tiradas y sólo aumentar su tráfico online.

La tendencia es interesante -prometo hacer un compilado sobre el tema- porque de alguna manera están forzando a los diarios grandes de Buenos Aires y recluirse en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, frente a la “avanzada” de otras perlas del interior. A alguno de estos medios no les va taaan de maravilla, pero sus audiencias se consolidan. La Voz en Córdoba, El Tribuno el NOA, La Gaceta en Tucumán, La Capital en Rosario, El Diario de Cuyo en esa región, El Liberal en Santiago y demás. Mientras tanto, así decía la nota de Clarín/Le Monde:

Los diarios que más peligro corren son los que circulan a nivel de una gran ciudad, muchos de los cuales podrían desaparecer. “No son lo bastante grandes como para resistir ni lo bastante chicos como para ser el medio de una comunidad que se identifique fuertemente con ellos”, explica Joshua Benton, director del Nieman Journalism Lab, de la Universidad de Harvard.

Los regionales perdieron lo que constituía su principal fuente de ingreso: los avisos clasificados que emigraron a Internet. “Estaban en situación de monopolio tanto para la publicidad como para la información”, señala el director del Nieman Lab. “Esa época se acabó”.

Los diarios nacionales grandes, como The New York Times o The Wall Street Journal, que tienen una marca fuerte, saldrían en principio mejor parados.

Benton toma como ejemplo el Boston Globe, en peligro de cierre: “¿Por qué la gente lo leía? Por los resultados de los Red Sox (el equipo de béisbol), los consejos de jardinería y construcción de jardines de alto nivel estético, el programa de cine. Hoy, toda esa información está disponible en la Web”, dice Benton.

Pero resulta que Internet es incapaz de dar de comer a una redacción, ya que un aviso se vende diez veces más barato que en papel. En el fondo, la pregunta esencial sería la que hace Benton: “¿Cuál es la prioridad, salvar a los diarios o salvar al periodismo?”.