Will Norton, decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Nebraska estuvo esta tarde en el Instituto de Comunicación Social (ICOS) de la UCA, en Buenos Aires, y dio un par de detalles interesantes sobre la crisis de los medios en Estados Unidos y de su origen. Acerca de esto último, recordó algunas perspectivas que tenía el magnate Warren Buffett sobre la industria de los medios hace ya más dos décadas.
Según Norton, los padres de Buffett se conocieron en la sala de redacción de un diario de Nebraska, por lo que desde chico siempre estuvo muy cercano a la industria de los medios. Durante la segunda mitad de la década de 1960, la población de Estados Unidos crecía a un ritmo más rápido que la circulación de los diarios, por lo que muchos críticos decían que el periodismo impreso estaba al borde de la muerte, y que la televisión tomaría su lugar. Pero el adelantado Buffett le gustaba pensar y declarar que no creía en algo así.
Buffett, ya jefe del gigante Berkshire Hathaway diría el 28 de febrero de 1985 en su carta habitual a los accionistas de su empresa que “los diarios dominantes podrían continuar teniendo excelente beneficios, tanto si proveían contenidos de primera calidad o de tercera”. Y así sucesivamente alentó indirectamente la inversión en los medios impresos, hasta que el primero de marzo de 1991, Buffett se dio cuenta que los medios estaban “perdiendo su status de franquicia”, lo que volvió a repetir en su carta del 28 de febrero de 1992: “los diarios, la televisión y las revistas están perdiendo su status de franquicia”.
En la perspectiva de Buffett, una franquicia económica es un producto o servicio que cumple 3 condiciones: 1. Es necesario o deseado. 2. No tienen sustituto según la percepción del consumidor, 3. No está sujeto a una regulación de su precio. En general, lo que tenían los medios era justamente estas tres condiciones, y como consecuencia, explicó Norton, la idea de ser una franquicia permite a las compañías aumentar el precio de sus productos de manera indiscriminada y de esta manera ver mejorar notablemente sus beneficios. Bajo esta premisa, la gente igualmente lo comprará.
Buffett, considerado hoy el gurú de la crisis por cómo supo enfrentarla, y más conocedor del mercado de acero que de los medios, le erró en sus predicciones de largo plazo con los periódicos, pero de todas formas se dio cuenta que estaba equivocado en 1992!!!
… y quince años después, los gerentes de los medios se dieron cuenta. En 2008.