Cupones, el otro negocio que se perdieron los diarios

clasificados en baja blog del medio

Hace 15 años, el diario Clarín pagaba el sueldo de todo su personal con los ingresos que obtenía de los clasificados durante un solo sábado. La sección tenía más de 15.000 avisos y, en un día malo, tenía tantas páginas como el resto del diario. Había dólares dando vueltas, la incipiente Internet no parecía una amenaza en el corto plazo.

Ahora, las receptorías de avisos están preocupadas: venden menos de 4.000 avisos por mes, y si no son menos, es por los descuentos que dan para que las inmobiliarias repitan y repitan departamentos que no van a vender. El problema, dicen, es que cayó la venta de inmuebles por el cepo al dólar. Y es cierto: la escrituración cae a un ritmo de 43,5% interanual. La Nación corrió mejor suerte porque apunta al segmento ABC1, pero, según sus reportes, en cantidad de avisos, tuvieron una caída de 10% en volumen y de 25% en facturación.

Mientras tanto, una universidad seria como la Torcuato Di Tella sigue elaborando su Índice de Demanda Laboral ¡relevando los clasificados y agrupados de Clarín y La Nación! (desde el 2000 les da caída a los pobres muchachos) ¿Pero es el cepo al dólar y el menor nivel de actividad económica el principal problema?

Por supuesto que no. Los clasificados tradicionales son parte del pasado, parte de un mundo en el que el usuario buscaba lo que quería. Hace un tiempo hablábamos de la crisis en los clasificados laborales y del surgimiento de sitios de clasificados gratis.

Hoy, el negocio está en brindar servicios hacia el consumidor, y, claro, en ser intermediario. Por eso es que los portales de compras colectivas y de cupones online tienen tanto éxito. En la Argentina, hay 40 sitios de este tipo. Ya comenzó un proceso de concentración y se espera que queden menos de la mitad. Los 5 sitios líderes ya concentran más del 90% del negocio, que se estima en $ 35 millones por mes.

El más emblemático es Groupon. Ofrece desde promociones para viajar a buen precio hasta ofertas en servicios y belleza. El modelo de negocio es interesante, porque además de ser intermediario (y por eso cobrar comisión) y decirle a la gente lo que necesita (y no esperar a que el consumidor lo sepa), es un esquema win-win-win. Gana el portal, gana el proveedor del servicio al ser difundido y gana el usuario al tener un descuento. El proveedor muchas veces va a pérdida con estos descuentos, o, ganancia cero, pero es toda inversión publicitaria… esa que no irá a los medios tradicionales.