Esposo de Carla Bruni insiste con subvencionar a la prensa

El estado galo ayuda a la prensa gráfica, en Argentina sería escándalo
El estado galo ayuda a la prensa gráfica, en Argentina sería escándalo

Si había alguna duda de que Europa sigue siendo un continente conservador y anclado en lo tradicional, ya no la hay: mientras una nueva encuesta re-confirmó por enésima vez que Internet es la fuente de información más popular, en Francia acaban de lanzar un plan para que los jóvenes lean el diario, pagado con fondos públicos. El gobierno del esposo de Carla Bruni –así lo conoce “doña rosa”- invertirá unos 6,9 millones de dólares, mientras que las empresas entregarán gratis los ejemplares. “Buscan así sostener el empleo de 10.000 personas”, explicó el diario galo Le Figaro.

Crítica también se hace eco de la noticia, y cuenta que Francia quiere acostumbrar a sus jóvenes a leer el diario con suscripciones gratuitas por un año cuando cumplan 18. Según Le Figaro, los jóvenes recibirán el medio de su elección una vez a la semana. “La asociación de editores cuenta con 200.000 abonados con un potencial de 750.000 jóvenes”, dijo la ministra de Cultura, Christine Albanel, durante la rueda de prensa de la foto. El proyecto forma parte del paquete de ayuda de 278 millones de dólares para la prensa que el presidente Sarkozy presentó en enero. “La mitad del dinero ya se ha gastado”, dijo Albanel.

El plan galo hace foco en el papel, pero también en lo online. En principio, el primer paso para poder acceder al subsidio era la “adaptación tecnológica a Internet”, por eso en marzo se les dijo a los editores online que no tendrían que pagar el impuesto empresarial o a los ingresos brutos. La onda era “andá a Internet, que te pago la distribución y te modernizo la impresión”, un tanto contradictoria.

El otro día contaba que vino a Buenos Aires Will Norton y en una charla que dio le pregunté: ¿Podría el gobierno de Estados Unidos apoyar y subvencionar a los medios como está haciendo Europa? Me contestó:

“Cuando me subo a un avión en Europa veo que están todos leyendo, libros, revistas, lo que sea. Cuando lo hago en Estados Unidos están todos con sus Ipods… es todo tan raro…”